Es la raíz de un nudo
que cada minuto mata un segundo
y tiene principio:
quien sabe su final.
Corta el aire. Enciende el fuego. Enfurece las aguas.
Corta el aire. Enciende el fuego. Enfurece las aguas.
Atrae tormentas. Revienta asfaltos.
Hielo indestructible
en el razonamiento de los ignorantes sabios.
Moribundos follajes en cielo cubiertos de humo
niebla, bruma ,desolación.
Ojos que observan
derraman savia sepultando muertos
entre esqueletos de cemento.
Buitres del infierno
desangran el universo.
Se ahogan en un mundo ciego
los suspiros de un día por nacer.
Y ahora
te miro a los ojos y medito como las vírgenes,
los ahogados y las vestales;
medito largo y tendido
esperando que los pinos pinchen esa luna
maldición de los que dicen ser poetas.
Se pinche y estalle
y nos dejen ya en paz
de versos degradados, disecados
que sangrean por su melaza el dolor de ya no ser,
no mirar mas hacia arriba esa raíz
que baja y los consume.
Y en la oscuridad, a tientas,
con un nudo en la garganta,
saber que cada minuto mata un segundo.
Y para que vean otros humanos
como los halcones cayendo sobre las palomas
todos y cada día menguantes, llenos o crecientes.
Hielo indestructible en el razonamiento de los ignorantes sabios.
Como la raíz del mundo
de cada cosa que ignoro pero presiento
justo ahora
cuando te miro a los ojos y medito.
Mónica Suhurt & Sergio Cassarino
No hay comentarios:
Publicar un comentario