Y se tocaron
las manos,
se vieron a
los ojos,
mientras sus
cuerpos
se unían en
silencio,
cómplice la
luna,
observaba escondida ,detrás de una nube,
por unos
minutos, el mundo, no existió.
Trasgresores
de toda ley, al amanecer,
el destierro
les esperaba.
Quien sabe a
qué lugares los enviaran,
les
desgarraran el alma
matándoles
toda esperanza,
pero quedará
en sus mentes el recuerdo
de esa
noche, donde fueron uno,
bajo el mismo cielo.
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