Se acunan en los bazos del recuerdo
los sueños que un día nacieron.
Muere la ilusión
sobre el manto de olvido
que sembro la desconfianza
Sangra dolorido el amor
en silencio
entre lagrimas desnudas de ausencia
y se pierde
con los petalos marchitos de una rosa
nacida sin espinas
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