Hay dos luceros
que en las noches negras
donde el dolor hacía estrago
alumbraban mi alma
Compañeras inseparables
no hacía falta que dijera nada
me leían el pensamiento
siempre estaban ahí
con su palabra
Puedo llamarlas hermanas
mas no hace falta sangre
sino amor en el alma
Me han dado tanto, tanto
sin haberles pedido nada
pero ellas sabían
que me hacían falta
por eso no dejaban de brillar
y seguían alumbrándome el alma
HUY!! Amigas de mi alma
Como darles las gracias
por tanto cariño
Doy gracias a Dios
por haberlas puesto en mi camino
Gracias Ross
por haber plantado ese bendito árbol
aquel día , espero poder darte mil abrazos más
como los que ya nos dimos
Gracias Rosi,
por haber aceptado ser otra rama de ese árbol
donde hizo nido la amistad sin medida
Negrita, Dios nos dé vida para poder mirarnos a los ojos
y que se agarren con las chispas de dos Arianas juntas
Las quiero con el alma
2 comentarios:
Gracias, negrita
Te quiero
Hoy pasé por entre tus versos y reencontré este poema tan querido
Muchos abrazos y besos, hermana mía del alma
Rosi
Que bonito ese "hermana mía del alma"
Se que no soy perfecta, que tengo mil defectos pero las quiero a las dos con toda mi alma y eso lo digo del corazón
Gracias por estar ahí siempre
LAs quiero
Luz a las dos
Publicar un comentario