Cuantas veces en la soledad del dolor
negué tu existencia en el desvelo del sueño
mientras sentía que de mi cuerpo, tú eras el dueño,
deseando en ese instante de tus manos su calor.
No quise de mi mente, borrar vividos momentos
y me aferré a las palabras, que pronunciaron tus labios
hundida en la soledad de mis desvaríos
era de tus besos, el recuerdo, mi inseparable tormento
Hoy, sigo el camino que tú trazaste
recogiendo el fruto de este amor secreto
con tu imagen presente a cada instante
Unida, eternamente a tu esencia
deambulando en este infierno
que es vivir, sin tu presencia
2 comentarios:
Aquí presente en tu hermosa morada, dejo mi humilde huella en este bellísimo poema cuyos versos trasmiten fielmente el dolor por la ausencia del ser amado.
Un abrazo
Roberto
Estimado Poeta Roberto
Gracias por haber detenido su andar en mi blogs, me alegra saber que le ha gustado
Un abrazo amigo
Monica
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